El
café Avellaneda, localizado en el corazón de Coyoacán, es uno de
los cafés más prestigiosos de toda la Ciudad de México. Este
pequeño local, aunque agradable, a simple vista no delata que es
una de las cafeterías de especialidad con mejores críticas; si no
la conoces es fácil pasar de largo. Sin embargo si eres amante del
café, seguramente has oído de ella. Aparece en todos los tops de
cafeterías de la ciudad, siempre entre los primeros lugares.
Curiosamente yo me enamoré de Avellaneda antes de saber que eran
famosos; pasé por ahí, pedí una taza y desde el primer momento
supe que regresaría.
La razón de que Avellaneda sea tan conocida es simple: la calidad de su
café. Desde el producto hasta la preparación de las bebidas, sus
excelentes baristas nunca me han decepcionado. Por supuesto hay otros
factores que ayudan, empezando por la localización. Es afortunado
que esta cafetería se encuentre en el centro de Coyoacán, una zona
turística y un tanto intelectual, donde con frecuencia se antoja
tomar un buen café mientras lees, paseas por la plaza o te reúnes
con un amigo. Otro punto a favor es la buena atención que recibirás,
incluso cuando el lugar está a reventar; y si por casualidad te
vuelves cliente frecuente, esto sólo mejora.
Una
de las cosas que más me gusta de Avellaneda es que son muy
informativos; responden con detalle cualquier pregunta que tengas
acerca del café, los métodos de preparación y las bebidas. En una
época en la que la cultura del café de especialidad está ganando
terreno, siempre es bueno encontrarte con una cafetería que está
dispuesta e interesada en educar a la gente acerca del tema. Incluso
tienen en la pared un pizarrón en el que están anotados los granos
que ofrecen en ese momento, con todas sus características, desde el
lugar de origen hasta los sabores y aromas que podemos esperar de
ellos.
Además
de esto cabe destacar la buena presentación de sus bebidas, ya que
siempre las sirven en una charola acompañada de una galletita y un
vaso de agua. Muy seguido escucho a otros clientes hacer comentarios
positivos acerca de esto y a mí siempre me ha parecido francamente
adorable. El único punto en contra en el que puedo pensar es que su
local en Coyoacán es muy pequeño y cuando se llena mucho es
incómodo o simplemente imposible sentarse a disfrutar del café;
aunque siempre está la opción de pedirlo para llevar y tomártelo
mientras das una vuelta por el parque. Pronto haré reseñas de
ciertas bebidas específicas que puedes encontrar en este lugar, pero
mientras tanto te recomiendo que vayas a conocerlo y quizá a
enamorarte tú mismo de este lugar.
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Suena bien, habrá que ir a conocerlo !!
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