El
café ha acompañado a la humanidad por largo tiempo. Hoy en día se
consume en todo el mundo y cada cultura ha creado usanzas y
costumbres alrededor de él. Existen también diferetes leyendas
alrededor del café. Quizá deba empezar por contarles aquella que
narra el descubrimento de esta maravillosa bebida.
Cuentan
que en las tierras de Abisinia, que ahora forman parte de Etiopía,
vivía un pastor de nombre Kaldi. Un día perdió de vista a sus
cabras se dispersaron y se extraviaron; cuando finalmente las
encontró, descubrió que los animales se encontraban en un estado de
inquietud y se mostraban agitados. Se percató de que habían estado
alimentándose de unas extrañas bayas rojas que crecían en
arbustos. Decidió probarlas él mism y descubrió que le causaban un
efecto similar y que le impedían conciliar el sueño. Así que Kaldi
decidió llevarse algunas bayas consigo y mostrárselas al imam de su
pueblo. El imam preparó una infusión con ellas y así descubrieron
los efectos tan conocidos de la cafeína. Después de eso empezaron a
usarlo los religiosos para poder hacer sus oraciones de noche sin que
el sueño los interrumpiera. Pero uno de ellos encontró el sabor
desagradable, así que arrojó los granos al fuego; el aroma llamó
su atención y descubrieron así que si se tostaba el grano el sabor
era mejor y los efectos prevalecían. Ésta es la historia más
difundida sobre el origen de nuestra bebida favorita.
También
otras culturas tienen sus propios mitos relacionados con el café.
Por ejemplo, en la mitología griega, el origen del café ocurrió
cuando a Helena, una de las hijas de Zeus, preparó una bebida que
contaba con grandes virtudes, entre ellos, eliminar la tristeza, hacer
a un lado el dolor y las penas. El café y sus efectos estimulantes
han causado tanto revuelo que en algún tiempo se cuestionaba si era
correcto para los católicos beberlo, ya que se le atribuía el poder
de alterar el ánimo y conducir a acciones indecentes, además de que
era la bebida favorita de los musulmanes; finalmente el Papa Clemente
VIII declaró que el café era tan bueno que habría que quitarla del
dominio del diablo y apropiarse de él.
Además
de todas las leyendas que rodean al café en sí, hay un sinfín de
historias que ocurren en cafeterías en muchas partes del mundo. Por
ejemplo el Café Tacuba, ubicado en el centro de la Ciudad de México,
es uno de los establecimientos más antiguos que siguen abiertos hoy
en día. El lugar solía ser un hospital psiquiátrico operado por
monjas y existen una gran cantidad de relatos de gente que ha visto
los espíritus de enfermeras o religiosas rondando entre las mesas;
comensales que mientras se estaban tomando una taza de café, vieron
pasar a los pacientes que murieron en aquel lugar.
El
café es una bebida rodeada de misterio, tanto por sus efectos como
por su historia. Con el tiempo se fue transformando en una parte
tradicional de tantas culturas diversas y en un elemento presente en
muchos relatos, leyendas y costumbres. Simplemente observemos cuántos
altares llevan su cafecito de olla en Día de Muertos.
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