miércoles, 4 de octubre de 2017

Café para un extraño

Seguramente te has encontrado en alguna cafetería con un anuncio de que hay cafés pendientes. La idea ha ganado popularidad en los últimos años en la Ciudad de México. Se trata de una práctica que consiste en pagar, además de tu consumo, un café adicional y dejarlo anotado como “pendiente”; más tarde, cuando una persona sin recursos no puede pagar por su café, puede acercarse y preguntar si hay algún café pendiente, para que se lo den gratis. De esta forma la ayuda no representa una pérdida económica para la cafetería. En algunos casos el café pendiente tiene el mismo costo que el normal, en otros el costo es menor y el negocio absorbe la diferencia; incluso en algunas ocasiones la cafetería pone un café más por cada uno que pague un cliente.


Lo que mucha gente no sabe es que el concepto dista de ser nuevo. Se cree que nació en Nápoles, Italia, a inicios del siglo XX, pero disminuyó debido a la crisis económica de la posguerra. Sin embargo fue hasta el 2008 que salió a la luz gracias a un artículo escrito por el periodista Luciano De Crescenzo y a partir de ahí comenzó a expandirse por el mundo. Hoy en día es una costumbre común en varios países, como España, Chile, Argentina, Holanda, Bulgaria, Canadá, Rumania, Rusia, Ucrania, Estados Unidos, Costa Rica y por supuesto, México.


La idea detrás de el café pendiente no sólo es ayudar a quienes no pueden pagar un café a tener una bebida caliente en su mano, sino que pretende ser una muestra de solidaridad y una forma de decirle a un extraño en necesidad que siempre hay alguien dispuesto a tener un gesto de bondad. La iniciativa está con frecuencia alineada a otras prácticas de filantropía, como por ejemplo ofrecer alimentos a personas de escasos recursos o destinar parte de las ganancias a una causa.


En México se maneja una lema: “No les podemos cambiar la vida, pero sí les cambiamos su día”. El café pendiente en México se ofrece en casi 600 establecimientos y a veces va más allá de la bebida, ya que en ocasiones llegan a ser hasta desayunos completos o café acompañado de piezas de pan. Mucha gente, sin embargo, desconfía de que los negocios realmente entreguen los cafés a los beneficiarios, por lo que puede ser de ayuda para los dueños utilizar el logo y tener a la vista la cuenta de cuántos cafés pendientes se han pagado y cuántos se han entregado. Si conoces una cafetería en la que tengas confianza, en la que exista el café pendiente, y puedes permitírtelo, participa en esta generosa costumbre. Porque una taza de café no se le niega a nadie.  


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1 comentario:

  1. Es una bonita forma de alegrar el día a alguien más, muy buena idea!¡

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